Que la fortaleza de vuestra fe se haga aún más rotunda en estos días y bajo un anónimo antifaz, con dalmática o esclavina, con un costal o simplemente tras los pasos de vuestras personales devociones, déis testimonio de fe por las calles de Sevilla con la certeza de que Jesucristo resucitó al tercer día y nos espera junto a su Bendita Madre en la Vida Eterna.