José Luis Fontanilla Debesa
· Teniente Hermano Mayor ·
Año de nacimiento: 1956
Nº de Hermano: 81
Profesión: Prejubilado de banca.
Estudios: Diplomado en Relaciones Laborales.
Reseña:
Ha ocupado diversos cargos en las numerosas Juntas de Gobierno a las que ha pertenecido, siendo Secretario, Mayordomo, Teniente Hermano Mayor y Hermano Mayor. Curiosamente es el primer hermano que vuelve a una Junta de Gobierno después de haber ejercido el cargo de Hermano Mayor.
1.- ¿Quién es José Luis Fontanilla Debesa?
Un hermano más.
2.- ¿Cómo pasas a formar parte de la Hermandad?
Fue en 1983, a través de mi mujer que era integrante del Coro Parroquial, que dirigía nuestro Hermano de Honor, Manuel Vaquero. Nací en el barrio, en la calle Cruz Verde, pero me marché a los seis años.
3.- Un momento en la Historia de la Hermandad.
No sé decir, porque hay muchos, pero quizás el más importante la transición a los tiempos actuales que llevaron a cabo hermanos mayores como Paco Hidalgo, Joaquín de la Peña Quesada y Manolo Vaquero.
4.- Una anécdota digna de mención.
No tiene mucha importancia, pero ya que se me pregunta, el primer día de la Novena de 1987 (se estrenaba la Junta de Gobierno de Manolo Vaquero, en la que yo iba de Secretario) y el predicador se olvidó de venir (entonces no existían los móviles para localizarlo) y tuvimos que buscar a toda prisa a otro sacerdote.
5.- ¿Qué sentiste cuando te proponen por primera vez pertenecer a la Junta de Gobierno?
Preocupación por la responsabilidad que asumía, más aún al desconocer gran parte de mi tarea, ya que llevaba solo cuatro años de hermano, pero estuve bien acompañado en el cargo compartiéndolo con María Luisa Cuevas.
6.- Tu mayor orgullo.
En primer lugar, pertenecer a esta Hermandad, después haber estado dieciocho años en su Junta de Gobierno y, por último, haber sido, sin pretenderlo, Hermano Mayor.
7.- La Hermandad ha hecho frente a muchas restauraciones en los últimos años. ¿Con cuál de ellas te quedas?
Todas las que he vivido desde la junta de gobierno, más las de estos últimos ocho años, me parecen importantes por su trascendencia en el mantenimiento de nuestro magnífico patrimonio y, en general, por el excelente resultado, obtenido. Y enumero solo las de escultura y bordado: Grupos de Santos, Santísima Virgen, manto rojo, faldones del paso, Palio Sacramental, Guión Sacramental, Estandarte corporativo, Bandera de la Inmaculada Concepción, Estandarte Sacramental y Simpecado. Si tengo que elegir una, me quedo con el Palio Sacramental.
8.- Tu campana favorita.
De eso no tengo ni idea. Me parecen maravillosas las tres repicando a la vez, pero no me gusta que se mezcle su sonido con los sones de una banda de música.
9.- ¿San Miguel o San Gabriel?
Los dos logran la perfección en la situación de cada uno en el paso, pero opto por San Gabriel.
10.- Un Santo de nuestros grupos.
Todos son preciosos, pero por ser mi santo, San José.
11.- Un manto.
Por como resulta con la policromía de la Imagen de nuestra Titular, el rojo.
12.- Una flor para su paso.
Quedan muy bien los gladiolos, pero, si nos lo podemos permitir, los nardos, manteniendo siempre nuestro discreto estilo en cuanto a cantidad y tamaño, ya que con la grandiosidad del paso y Ella arriba, poco adorno necesitamos.
13.- Una marcha en una calle durante la procesión.
Muchas. Me gusta como simultanea la Banda del Maestro Tejera las marchas de corte más “alegre” con las más “tristes”. José Manuel Delgado estuvo muy acertado con la dedicada a la Reina de Todos los Santos recientemente.
14.- En dos palabras, Noviembre en la calle Feria es …
El mes más importante del año.
15.- De todas las actividades que se organizan a lo largo del año, ¿con cuál te quedas?
Todas, no desecho ninguna. El día de la Función Principal de Instituto y la Procesión es muy intenso, pero qué decir del resto del año, las vivencias de cada día que nos reunimos y, por supuesto, los cultos al Santísimo, nuestro primer Titular, en los que deberíamos de participar más intensamente.
16.- Como Teniente Hermano Mayor, unas palabras a nuestros hermanos.
Que en la Hermandad todos somos iguales y muy necesarios, ya que la participación de todos y cada uno de nosotros es vital para su supervivencia y engrandecimiento.
