El reverso de Belén se hace sevillanía en la calle Adriano. María ha cambiado el pañal por la mortaja, el pesebre por la cruz, el gozo de la maternidad por la conmoción de una Fe, puesta a prueba más allá incluso que la Fe de Abraham porque Isaac fue salvado de la muerte por mano del Angel, pero esta vez para la Virgen de la Piedad, el Angel de la Anunciación más se asemejaa un ensueño.Esta Señora del Arenal, que supera a la piedad de Miguel Ángel desparrama su belleza de Niña baratillera desde Pastor y Landero hasta Arfe, mientras la Misericordia de Cristo despliega su capote blanco en simpar torería.
Omnium Sanctorum será testigo de las Negaciones de Pedro, que por tres veces omitirá conocer al Maestro.
Judas se arrepentirá en la calle Orfila de su error, mientras una turba llena de espadas, antorchas y garrotes, prenden al Hijo del hombre.
Por San Martín se atraviesará un costado con una lanza, sin que las suplicas de las Marías surtan efecto en la figura del centurión Longinos.
El Nazareno de la Divina Misercordía será el contrapunto a el día de los Crucificados por excelencia. Jesús esta tarde tendrá Sed por Nervión, dirigirá sus ultimas Siete Palabras a su Madre por San Vicente, derramará Salud en San Bernardo y estremecerá corazones de regreso a San Pedro esperando a que la llegada de un Buen Fin aparezca por San Vicente.
