En torno a la medianoche Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a las inmediaciones de la Parroquia, donde comenzaron adorando al Niño Jesús, para después comenzar el duro reparto a los más pequeños de nuestra Hermandad.
Una noche marcada por la ilusión y el entusiasmo de niños y mayores que rejuvenecen en este día para volver a sentir que la magia existe, y si no, que se lo pregunten a aquellos padres que comprobaron las caras de asombro de sus hijos cuando los Magos de Oriente llegaron a sus domicilios.
Mostramos nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que hicieron posible esta ardua tarea y especialmente a los Reyes Magos y su Séquito, esperando que el Santísimo Sacramento y la Reina de Todos los Santos, premien su labor como corresponde.