Nuestros Cultos así como la Procesión de Impedidos y la de la Santísima Virgen, quedan en nuestra memoria como momentos singulares de intimidad en la oración y el encuentro con el Señor Sacramentado y con la Madre del Amor Hermoso, así como de convivencia entre los hermanos.
Hemos buscado que nuestros Cultos fueran lo más espléndidos posibles, en honor y gloria de nuestros Titulares y hemos procurado también, dentro de nuestros límites humanos, buscar el máximo bien para la Corporación.
Llega 2011, para el que deseamos si cabe, una mayor participación de los hermanos en todos los Cultos así como en las distintas procesiones. Especialmente queremos formular el voto de que ésta se incremente en los Jueves Eucarísticos.
Sólo nos queda a punto ya de concluir este ciclo, desearos a vosotros y a vuestros familiares la salud del alma y del cuerpo y que este 2011 llegue cargado de ilusión y gozo a vuestros hogares.