La Novena de esta noche será aplicada por los Bienhechores y por la Parroquia.
Las intenciones del último día de Novena, que tradicionalmente habían sido aplicadas por los Bienhechores de la Hermandad, recuperan este año su sentido original.
Tanto el ejercicio de Novena, como la Eucaristía y la Salve de cada día, son aplicadas por intenciones particulares de hermanos y feligreses. Tradicionalmente el último día de Novena se había venido aplicando por todos los benefactores que a lo largo de la historia ha tenido la Hermandad. Se aprovecha así este día, de marcado carácter eclesial, para recordar a todos los "santos" particulares que sin llegar a alcanzar los méritos de los santos reconocidos en el santoral, fueron un ejemplo de entrega y trabajo en favor de la iglesia y de sus hermanos.
A ellos se suman cuantos a lo largo de la dilatada historia de la Hermandad, colaboraron o colaboran efectivamente a que la vida y las actividades de la Corporación puedan alcanzar las cotas de que disfrutamos en la actualidad.
Las circunstancias de que en el presente año toda la comunidad parroquial se una a la celebración de nuestra Novena, es una nueva oportunidad de poner de manifiesto la calidad y la cantidad de cuantos buenos cristianos dieron lo mejor de sus vidas a favor de la adoración al Santísimo Sacramento y la veneración a su Bendita Madre, la Reina de Todos los Santos.
Desde aquel Miguel de la Barrera que en 1540 defendía ante el Arzobispado el carácter de la Hermandad hasta el último monaguillo que hoy entrega el dinero de su hucha para que el Señor pueda tener más flores; todos, absolutamente todos, cientos de buenos cristianos y cofrades, se darán cita en la gran celebración de la iglesia que es el día de Todos los Santos.
Nuestro día, el día de la Parroquia, el día de todos.
