Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, Medianera Universal de todas las Gracias, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección.
Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, con confianza te pedimos que el coronavirus no haga más daño y que pueda superarse pronto la epidemia.
Lleva hasta el Padre a las personas que han fallecido por esta pandemia y conforta a sus familias. Sostén y protege al personal sanitario que la combate e inspira y bendice a los que trabajan por controlarla.
Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas, que estamos en la prueba, y líbranos de todo pecado, oh Virgen gloriosa y bendita". Amén.
Reina de Todos los Santos, ruega por nosotros.