RINCÓN POÉTICO

La tarde noche se hace,

lucero que va alumbrando,
la Realeza de María,
Madre de Todos los Santos.

La que nos muestra a ese Niño,
que se mira en su mirada,
ese Niño que se hechiza,
mirándose en esa cara.

Esa cara que es la luz,
esa cara que enamora,
esa cara que ilumina,
desde la noche a la aurora.

Y es la Reina de los Santos,
Madre del Amor Hermoso,
Medianera de las Gracias,
y fuente de eternos gozos.

Eres el amor del mundo,
y la flor entre las flores,
y la luz que a calle Feria,
llena de resplandores.

Y es que Noviembre se hace,
un jardín para tus plantas,
para la Madre más bella,
para la Madre más Santa.

La que Reina entre los Santos,
subida en esa peana,
mientras los Santos te miran,
y te llenan de alabanza.

Y así Sevilla te vé,
bajo una luna encendida,
Reina del Amor Hermoso,
sin pecado concebida.

Y la torre de la Iglesia,
hace repicar campanas,
para Tí, luz de los cielos,
y estrella de la mañana.

Mientras Sevilla te reza,
entre plegarias de salves,
y es que eres Virgen Santa,
la más guapa de las Madres.

Y tu Hijo te lo dice,
con su carita de cielo,
con su boquita de grana,
y ojitos de caramelo.

Y es que el Niño de María,
a todos nos enamora,
porque que eres tan hermosa,
que tu cara Señora,
nos transporta hacia ese cielo.

Bendita entre las mujeres,
Sevilla se arrodilla,
porque Madre, Tú si eres...
Reina de Todos los Santos,
Madre del Amor Hermoso,
Mediadora de Todas las Gracias,
y fuente de eternos gozos.

Gabriel Solís Carvajal.